El restaurante “El Chiri de Villa Kreplaj” ubicado en el corazón de Villa Crespo, sobre la calle Juan Ramírez de Velasco al 701 celebra una década de éxitos culinarios. Este bodegón de cocina judía, fundado hace 10 años por el chef Juan Pablo Gorbán, ha logrado fusionar la esencia tradicional de la cocina judía con toques modernos, conquistando los paladares más exigentes de Buenos Aires.
“El Chiri de Villa Kreplaj”, restaurant de comida tradicional judía con toques mágicos, es un viaje nostálgico a las raíces de la cocina judía, interpretado en un entorno que recrea el living de una bobe. La cristalería, los cuadros pintados y adornos originales de la familia del dueño dan vida a este espacio que rinde homenaje a la cocina de generaciones pasadas.
Juan Pablo Gorbán, chef y propietario, comparte su profundo respeto por las recetas originales de las bobes, fusionándolas con técnicas de alta cocina y creatividad radical. Las estrellas indiscutibles del menú sigue siendo el pastrón (en sandwich o al plato) y el guefilte fish, el strudel de cordero, le siguen el pollo con farfalaj, las entradas para compartir los hummus del día, los knishes, falafel, arenque marinado, babaganush, entre otros.
Acompañado por una panera enteramente elaborada en el Chiri con el imperdible jalá cubierta de semillas de sésamo y demás delicias. Las recetas de la bobe Dorita, presentes en toda la carta, en la que también se encuentran ensaladas como tabule, sanwiches como bagel de salmón o el falafel Chiri burguer. También opciones para el desayuno y la merienda. Y postres como el arroz con leche de la tía Cata, que llega bien frío y con azúcar quemada, blinis o crumbles de manzana o limón.
“El Chiri de Villa Kreplaj” no solo destaca por su propuesta culinaria exquisita, sino también por su compromiso con la diversidad de la cocina judía. Gorbán ha explicado y diferenciado las cocinas ashkenazi y sefaradí, ofreciendo a sus comensales un auténtico festín que abarca ambas tradiciones.
Villa Kreplaj – Símbolo de Comida Casera y Legado Intergeneracional:
A lo largo de estos 10 años, “Villa Kreplaj” ha pasado de ser un guiño entre entendidos a convertirse en un símbolo de “comida casera” y “legado intergeneracional”. En contraposición al intento fallido de imponerle el título de Palermo Queens, el restaurante ha consolidado su posición como el epicentro de la cocina casera judía en la zona.
Desde clásicos knishes hasta el aclamado pastrón casero, “El Chiri de Villa Kreplaj” ha forjado una reputación como un lugar acogedor, ideal para grupos y familias que buscan compartir platos abundantes y deliciosos. Con un horario de atención que abarca desde las tardes hasta las noches, el restaurante se ha convertido en un punto de encuentro para aquellos que buscan una experiencia gastronómica única.
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